Hoy en día independientemente del tipo de negocio en que una empresa esté involucrada, la dependencia del software es enorme. La forma de construir y entregar software dicta en gran medida el éxito o fracaso del negocio en cuestión.
Para la puesta en marcha de un nuevo software, es necesario por una parte construirlo o como normalmente se llama a esta actividad desarrollarlo. Una vez desarrollado es necesario desplegarlo, es decir instalarlo en los servidores desde los cuales dará servicio y por lo tanto se podrá hacer uso de su funcionalidad. En este escenario no debemos olvidar hablar de la necesidad de mantenimiento del software. Los negocios, las leyes, las normas, las modas, en definitiva el mundo cambia y el software construido ha de ser modificado para adecuarse a las necesidades de cada momento.
Las actividades de desarrollo y despliegue las llevan a cabo distintas personas que tienen conocimientos distintos y complementarios. Hay especialistas en desarrollo y especialistas en despliegue o instalación de software. Los primeros se denominan DEVelopers en inglés y los segundos OPerators. Los developers o profesionales de desarrollo diseñan y construyen software y su objetivo es estar siempre cambiando el software para mejorarlo y crear nuevas funcionalidades, en definitiva estar siempre “cambiando”. Los operators o profesionales de operaciones por su parte, tienen la misión de mantener el software permanentemente dando servicio, impidiendo que se produzcan fallos y caídas inesperadas, en definitiva mantener la “estabilidad”.
Aunque developers y operators tienen el mismo objetivo final, resulta que sus objetivos individuales suelen entrar en conflicto. Si queremos algo estable (operators), los cambios no son bienvenidos (developers).
DevOps es una forma de dar nombre a un conjunto de buenas prácticas que tienen en cuenta esta dicotomía de intereses para potenciar que el trabajo de profesionales de desarrollo y operaciones fluya adecuadamente dando respuesta a las necesidades de software de las organizaciones hoy en día.
Los departamentos de Tecnologías de la Información (TI) de las organizaciones son responsables de responder con rapidez a los cambios del software, cambios muy necesarios en un mundo cómo el actual muy competitivo y proporcionar servicios seguros, estables y de confianza a los clientes.
Según “DevOps Handbook” de Gene Kim y Jez Humble en TI se produce una espiral de destrucción debido a que: primero los profesionales de operaciones están intentando mantener estables sistemas cuya infraestructura es compleja, frágil y en muchos casos está mal documentada, segundo alguien en la organización (marketing, comercial, …) promete grandes funcionalidades que harán las delicias de los clientes y que van a estar disponibles para ya, tercero todo está encaminado a que las cosas cada vez sean más difíciles, cada profesional de desarrollado y operaciones esté más ocupado, el trabajo se desestructure, se vuelva todo más complicado, cómo consecuencia la comunicación se vuelve más lenta y la cantidad de trabajo pendiente se vuelve cada vez más grande. Y todo esto empeora y empeora con el paso del tiempo.
Para romper esta espiral, es necesario disponer de medios que permitan dotar de robustez a los sistemas complejos y buscar flujo de trabajo en el ambiente de desarrollo. Esto hará que los profesionales de TI estén entregados a un trabajo en el que el sobreesfuerzo y la heroicidad no tengan que ser una constante, es decir un entorno normalmente “amable” de trabajo.
Existen evidencias de que usar prácticas recomendadas por DevOps mejora la construcción y puesta en marcha del software. Una de ellas es el informe “State of DevOps Report” que llevan publicando Jez Humble y Gene Kim desde 2013 anualmente (https://puppet.com/resources/whitepaper/state-of-devops-report). En las conclusiones del informe de 2018 dice:
«Cada año, el State of DevOps report nos enseña algo nuevo. Este año nuestros datos han mostrado que mientras hay muchos caminos individuales de realizar una transformación DevOps, hay formas más rápidas de llegar al éxito. Las organizaciones pueden elegir entre ser sistemáticas en cuanto a cómo evolucionan o pueden adoptar una aproximación más particularizada. Por supuesto, es posible que una aproximación particular funcione, pero lo que vemos entre las organizaciones que han alcanzado los niveles más altos de evolución en DevOps, es que no llegaron ahí por casualidad.
Estamos encantados de ser capaces de proporcionar algo concreto y útil a los equipos que están trabajando duro para mejorar la forma en que trabajan……»
Tener en cuenta las prácticas DevOps es crítico para que las organizaciones lidien con la confrontación de intereses entre profesionales de desarrollo y operaciones. Mientras esto no se consiga, los logros de TI serán muy dolorosos y como consecuencia esto hará que las organizaciones que no adopten prácticas DevOps sean cada vez menos competitivas.
Esta idea de pontenciar la colaboración entre Desarrollo y Operaciones la tenemos siempre presente durante los cursos SAFe DevOps Practitioner (SDP) ya que será muy necesesario para un escalado agile exitoso. Si tienes interés en explorar y entender cómo aplicarlo en tu organización te recomendamos esta formación SAFe® DevOps orientada tanto a roles técnicos, no técnicos y de liderazgo en la que se muestran las mejores prácticas para trabajar juntos y optimizar las cadenas de valor de valor de principio a fin. Los asistentes aprenderán qué es DevOps, por qué es importante para cada función y diseñarán un modelo de entrega continua que se adapte a sus negocios.
El curso inlcuye la preparación y examen para la certificación SAFe®4 DevOps Practitioner Certification (SDP).